Para tratar de prevenir la ansiedad que os pueden
generar los exámenes, aquí tenéis algunas técnicas que os pueden ayudar:
·
No
alterar el ritmo de sueño: dormir poco y mal desestabiliza el estado físico y mental. “Es fundamental no modificar las horas de
acostarse y levantarse, seguir el horario habitual de sueño de entre siete y
ocho horas al día y no echarse siestas de más de media hora”. Quedarse
parte de la noche tratando de asimilar todos los contenidos que han quedado
pendientes no es una buena opción. “El
cansancio aumenta las posibilidades de sufrir ansiedad y bloqueo mental”.
· Planificar
el ocio: muchas
horas de estudio no equivalen a mejores resultados. “Si no aprendemos a descansar y a relajarnos, somos presa fácil de la
ansiedad”. Para sentirse bien y rendir al máximo es necesario intercalar el
trabajo con actividades de ocio que permitan desconectar y descargar tensiones.
·
Controlar
los pensamientos: “El estudiante debe decirse a sí mismo ‘yo
ya he pasado por situaciones parecidas antes y he salido victorioso. Me he
preparado lo suficiente y lo voy a hacer bien”.
· Practicar ejercicios de relajación: abordar la
ansiedad con técnicas de relajación es aconsejable tanto durante el tiempo
de estudio como en el momento previo a la realización del examen. “El
estudiante debe ser consciente de lo que le pasa. Concentrar la atención en la
respiración y hacerla progresivamente más profunda y lenta ayuda a desconectar,
calmarse e iniciar el estudio en condiciones óptimas”.
Al comenzar una prueba, el nerviosismo puede provocar que el estudiante sienta que se ha quedado en blanco, que no le surgen las ideas, pero es una sensación momentánea. “A medida que analice el examen, irá organizando todos los conocimientos acumulados y estructurando las respuestas. Para ello hace falta pararse y respirar profundamente. Hacer un esquema del contenido que se va a desarrollar también ayuda”. Te lo dice tu "Profe caminando por la Historia".
Al comenzar una prueba, el nerviosismo puede provocar que el estudiante sienta que se ha quedado en blanco, que no le surgen las ideas, pero es una sensación momentánea. “A medida que analice el examen, irá organizando todos los conocimientos acumulados y estructurando las respuestas. Para ello hace falta pararse y respirar profundamente. Hacer un esquema del contenido que se va a desarrollar también ayuda”. Te lo dice tu "Profe caminando por la Historia".