La
clave para aprobar un examen es estudiar y preparar bien los contenidos que se
evalúan. Para que esta labor sea lo más eficaz posible, es necesario que el
alumno oriente sus estrategias y metodologías de estudio al tipo de prueba a la
que se va a enfrentar. De opciones múltiples o test, de desarrollo o de
respuestas cortas, cada una de estas tipologías requiere una preparación
específica del estudiante y unas pautas que debe seguir durante el examen.
Examen de DESARROLLO.
Los exámenes de desarrollo constan en
general de un número variable de preguntas. Con ellas, el profesor evalúa los conocimientos
sobre un tema o epígrafe completo de los contenidos curriculares de la materia.
La respuesta requiere la redacción de un ensayo, más o menos extenso, en el que
se expongan de forma ordenada y clara los aspectos más relevantes de la
cuestión planteada. Las preguntas pueden tener distintos enfoques: un simple
enunciado de un tema, comparar o establecer las diferencias entre dos
cuestiones, explicar y analizar las causas o consecuencias de un hecho o
acontecimiento o comentar un
texto referente a una temática concreta, entre otros.
Pautas
de estudio: el examen de
desarrollo exige del estudiante un conocimiento y una comprensión genérica de
todos los temas que se van a evaluar. Si se desconoce por completo una temática
y esta corresponde a una de las dos o tres únicas preguntas de la prueba, la
respuesta en blanco afectará de forma significativa a la nota final.
Entre las técnicas de
aprendizaje más recomendables para este tipo de pruebas,
destacan el esquema,
que permite al estudiante tener una información lógica y visual de las ideas
principales y los nexos de unión entre ellas, y el resumen,
que le ejercita para la redacción de un tema y le ayuda a relacionar distintos
contenidos entre sí. Durante el estudio el alumno debe intentar vislumbrar
entre los contenidos posibles preguntas, sobre todo en los apuntes de
clase, ya que es frecuente que el docente en sus exposiciones del
aula resalte y dedique mayor atención a los planteamientos de la materia que
considera más importantes.
Durante
el examen:
- Una vez que conoce el tiempo disponible, el
estudiante debe repartirlo entre todas las preguntas por igual para evitar
dejar una cuestión en blanco o incompleta.
- Antes de empezar, primero debe fijarse bien
en la palabra clave de la pregunta (en general es un verbo, como
describir, analizar, comparar, explicar, etc.) y después, plantear el
desarrollo de la respuesta en función de esta pauta.
- Si se dispone de tiempo, puede ser de
utilidad escribir un borrador con el esquema principal de la pregunta para
no olvidar en la redacción ninguna idea.
- La contestación debe ser tan extensa como
para que incluya todos los puntos importantes del tema que se debe
desarrollar, pero también concisa, sin repeticiones y rodeos y con una
secuencia lógica en el texto.
- Hay que prestar especial atención a la
redacción y presentación y
cuidar la gramática y
la ortografía,
puesto que en muchos casos estos errores pueden penalizar el examen.
Examen TIPO TEST
Los exámenes de respuesta múltiple o
tipo test plantean a los estudiantes una serie de cuestiones y les ofrecen
diferentes respuestas válidas entre las que tienen que seleccionar la correcta.
Las preguntas pueden ser de diferentes tipos: completar un enunciado con la respuesta
más adecuada, marcar si un concepto o dato es verdadero o falso o una pregunta
seguida de varias respuestas posibles, en las que en ocasiones se incluyen
opciones como "todas las anteriores" o "ninguna de las
anteriores".
Pautas
de estudio: algunos estudiantes creen que preparar un examen tipo test es más fácil que
uno de desarrollo, puesto que la respuesta correcta está implícita y es más
sencillo acertar en la contestación. Sin embargo, estas pruebas exigen una
preparación muy exhaustiva para no cometer errores ni fallar en las
"preguntas trampa". Es necesario aplicar tanto técnicas de memorización,
para recordar con detalle conceptos y términos específicos, como de razonamiento,
para saber relacionar datos entre sí y detectar los planteamientos incorrectos
de algunas de las respuestas.
Durante el estudio, hay que
prestar especial atención a los conceptos, datos y definiciones clave de los
temas y recurrir con frecuencia al diccionario con
los términos dudosos, el recuerdo de la consulta puede ayudar para acertar en
las respuestas. Una actividad recomendable es preparar junto con otros
compañeros posibles preguntas susceptibles de figurar en el exameny argumentar las respuestas para
que el aprendizaje no sea solo memorístico, sino también significativo.
Durante
el examen:
- Informarse del sistema de puntuación,
cuánto vale cada pregunta y si se penalizan las respuestas erróneas o en
blanco. Es determinante para decidir qué estrategia utilizar ante las
preguntas dudosas o que se desconocen.
- Empezar por las preguntas que se saben con
seguridad y dejar para el final las que requieren mayor reflexión y
detenimiento. Intentar primero responder sin mirar las posibles opciones y
luego verificar que la respuesta elegida está entre las expuestas.
- Leer con atención el enunciado de la
pregunta, ya que puede haber matices que inducen al error. Los términos
calificativos (adverbios y adjetivos) aportan mucha información sobre la
respuesta válida.
- Ante la duda, empezar por el descarte de
las respuestas que con seguridad son falsas y centrarse en la comparación
y adecuación de las posibles contestaciones correctas.
- Verificar la concordancia gramatical de la
respuesta con el enunciado, puede dar pistas sobre las respuestas
incorrectas. El conocimiento de los significados de los prefijos, sufijos
y raíces de las palabras también ayuda a interpretar los términos
desconocidos y si se ajustan o no a la pregunta.
- Si entre las opciones figuran términos como
"todas" o "ninguna", evaluar cada una de las posibles
respuestas para estar seguro de discriminar o no estas opciones.
- Procurar no adivinar por azar y agotar
todas las vías expuestas con anterioridad. En todo caso, guiarse por la
intuición.
Examen de RESPUESTA CORTA.
Estas pruebas proponen al
estudiante varias preguntas a las que debe responder de una forma breve y
concisa. Incluyen por lo general una instrucción clara sobre qué se debe
contestar: definir, dar un dato concreto o una fórmula, listar varios
conceptos, entre otras. Para superar con éxito este tipo de exámenes, es de utilidad durante la
preparación elaborar para cada tema un listado con los datos, definiciones y
conceptos esenciales y, a partir de éste, formular posibles preguntas que
pueden incluirse en el examen.
Una herramienta de utilidad para el estudio en este tipo de pruebas son los mapas
conceptuales. Además de recopilar los conceptos básicos de un tema,
ayudan a retener el significado y establecer relaciones entre ellos.
Durante el examen de respuestas cortas, el
alumno ha de prestar especial atención a la instrucción y no extenderse en su
respuesta más de lo requerido. Uno de los aspectos más destacados de estas
pruebas es que piden una respuesta muy específica y, al contrario de otro tipo
de evaluaciones, no permiten divagar o adivinar. Es fundamental que durante su
ejecución el alumno repase de modo detenido los conocimientos adquiridos para
responder con exactitud a lo que se le plantea.
La
clave para aprobar un examen es estudiar y preparar bien los contenidos que se
evalúan. Para que esta labor sea lo más eficaz posible, es necesario que el
alumno oriente sus estrategias y metodologías de estudio al tipo de prueba a la
que se va a enfrentar. De opciones múltiples o test, de desarrollo o de
respuestas cortas, cada una de estas tipologías requiere una preparación
específica del estudiante y unas pautas que debe seguir durante el examen.
Examen de DESARROLLO.
Los exámenes de desarrollo constan en
general de un número variable de preguntas. Con ellas, el profesor evalúa los conocimientos
sobre un tema o epígrafe completo de los contenidos curriculares de la materia.
La respuesta requiere la redacción de un ensayo, más o menos extenso, en el que
se expongan de forma ordenada y clara los aspectos más relevantes de la
cuestión planteada. Las preguntas pueden tener distintos enfoques: un simple
enunciado de un tema, comparar o establecer las diferencias entre dos
cuestiones, explicar y analizar las causas o consecuencias de un hecho o
acontecimiento o comentar un
texto referente a una temática concreta, entre otros.
Pautas
de estudio: el examen de
desarrollo exige del estudiante un conocimiento y una comprensión genérica de
todos los temas que se van a evaluar. Si se desconoce por completo una temática
y esta corresponde a una de las dos o tres únicas preguntas de la prueba, la
respuesta en blanco afectará de forma significativa a la nota final.
Entre las técnicas de
aprendizaje más recomendables para este tipo de pruebas,
destacan el esquema,
que permite al estudiante tener una información lógica y visual de las ideas
principales y los nexos de unión entre ellas, y el resumen,
que le ejercita para la redacción de un tema y le ayuda a relacionar distintos
contenidos entre sí. Durante el estudio el alumno debe intentar vislumbrar
entre los contenidos posibles preguntas, sobre todo en los apuntes de
clase, ya que es frecuente que el docente en sus exposiciones del
aula resalte y dedique mayor atención a los planteamientos de la materia que
considera más importantes.
Durante
el examen:
- Una vez que conoce el tiempo disponible, el
estudiante debe repartirlo entre todas las preguntas por igual para evitar
dejar una cuestión en blanco o incompleta.
- Antes de empezar, primero debe fijarse bien
en la palabra clave de la pregunta (en general es un verbo, como
describir, analizar, comparar, explicar, etc.) y después, plantear el
desarrollo de la respuesta en función de esta pauta.
- Si se dispone de tiempo, puede ser de
utilidad escribir un borrador con el esquema principal de la pregunta para
no olvidar en la redacción ninguna idea.
- La contestación debe ser tan extensa como
para que incluya todos los puntos importantes del tema que se debe
desarrollar, pero también concisa, sin repeticiones y rodeos y con una
secuencia lógica en el texto.
- Hay que prestar especial atención a la
redacción y presentación y
cuidar la gramática y
la ortografía,
puesto que en muchos casos estos errores pueden penalizar el examen.
Examen TIPO TEST
Los exámenes de respuesta múltiple o
tipo test plantean a los estudiantes una serie de cuestiones y les ofrecen
diferentes respuestas válidas entre las que tienen que seleccionar la correcta.
Las preguntas pueden ser de diferentes tipos: completar un enunciado con la respuesta
más adecuada, marcar si un concepto o dato es verdadero o falso o una pregunta
seguida de varias respuestas posibles, en las que en ocasiones se incluyen
opciones como "todas las anteriores" o "ninguna de las
anteriores".
Pautas
de estudio: algunos estudiantes creen que preparar un examen tipo test es más fácil que
uno de desarrollo, puesto que la respuesta correcta está implícita y es más
sencillo acertar en la contestación. Sin embargo, estas pruebas exigen una
preparación muy exhaustiva para no cometer errores ni fallar en las
"preguntas trampa". Es necesario aplicar tanto técnicas de memorización,
para recordar con detalle conceptos y términos específicos, como de razonamiento,
para saber relacionar datos entre sí y detectar los planteamientos incorrectos
de algunas de las respuestas.
Durante el estudio, hay que
prestar especial atención a los conceptos, datos y definiciones clave de los
temas y recurrir con frecuencia al diccionario con
los términos dudosos, el recuerdo de la consulta puede ayudar para acertar en
las respuestas. Una actividad recomendable es preparar junto con otros
compañeros posibles preguntas susceptibles de figurar en el exameny argumentar las respuestas para
que el aprendizaje no sea solo memorístico, sino también significativo.
Durante
el examen:
- Informarse del sistema de puntuación,
cuánto vale cada pregunta y si se penalizan las respuestas erróneas o en
blanco. Es determinante para decidir qué estrategia utilizar ante las
preguntas dudosas o que se desconocen.
- Empezar por las preguntas que se saben con
seguridad y dejar para el final las que requieren mayor reflexión y
detenimiento. Intentar primero responder sin mirar las posibles opciones y
luego verificar que la respuesta elegida está entre las expuestas.
- Leer con atención el enunciado de la
pregunta, ya que puede haber matices que inducen al error. Los términos
calificativos (adverbios y adjetivos) aportan mucha información sobre la
respuesta válida.
- Ante la duda, empezar por el descarte de
las respuestas que con seguridad son falsas y centrarse en la comparación
y adecuación de las posibles contestaciones correctas.
- Verificar la concordancia gramatical de la
respuesta con el enunciado, puede dar pistas sobre las respuestas
incorrectas. El conocimiento de los significados de los prefijos, sufijos
y raíces de las palabras también ayuda a interpretar los términos
desconocidos y si se ajustan o no a la pregunta.
- Si entre las opciones figuran términos como
"todas" o "ninguna", evaluar cada una de las posibles
respuestas para estar seguro de discriminar o no estas opciones.
- Procurar no adivinar por azar y agotar
todas las vías expuestas con anterioridad. En todo caso, guiarse por la
intuición.
Examen de RESPUESTA CORTA.
Estas pruebas proponen al
estudiante varias preguntas a las que debe responder de una forma breve y
concisa. Incluyen por lo general una instrucción clara sobre qué se debe
contestar: definir, dar un dato concreto o una fórmula, listar varios
conceptos, entre otras. Para superar con éxito este tipo de exámenes, es de utilidad durante la
preparación elaborar para cada tema un listado con los datos, definiciones y
conceptos esenciales y, a partir de éste, formular posibles preguntas que
pueden incluirse en el examen.
Una herramienta de utilidad para el estudio en este tipo de pruebas son los mapas
conceptuales. Además de recopilar los conceptos básicos de un tema,
ayudan a retener el significado y establecer relaciones entre ellos.
Durante el examen de respuestas cortas, el
alumno ha de prestar especial atención a la instrucción y no extenderse en su
respuesta más de lo requerido. Uno de los aspectos más destacados de estas
pruebas es que piden una respuesta muy específica y, al contrario de otro tipo
de evaluaciones, no permiten divagar o adivinar. Es fundamental que durante su
ejecución el alumno repase de modo detenido los conocimientos adquiridos para
responder con exactitud a lo que se le plantea.